¿DE QUIEN ES REALMENTE TRANSMILENIO?

bueno aqui les dejo este articulo que encontre en http://colombia.indymedia.org/news/2003/03/2075.php en la pagina hay varos comentarios sobre el articulo asi que no dejen de visitarla


¿DE QUIEN ES REALMENTE TRANSMILENIO?por RIOTero Sunday March 16, 2003 at 08:00 PM
Tras los atentados del pasado 11 de marzo, las directivas de Transmilenio salieron dando declaraciones en las que afirmaban que de seguir ocurriendo este tipo de hechos contra la empresa se verían "obligados a subir las tarifas del servicio, pues los seguros de la empresa subirían inevitablemente". Hay que recordar que la seguridad de la infraestructura la tiene que garantizar el Estado, y que subir las tarifas cargándole los costos a los usuarios equivale a un impuesto de guerra, que de hecho ya venimos pagando directa o indirectamente.
Seguidamente los medios de comunicación y la administración distrital convocaron a una jornada de resistencia civil para defender el patrimonio de los Bogotanos y rechazar los atentados contra Transmilenio. La motivación principal era supuestamente defender un bien público que está siendo amenazado y adelantar campañas para vigilar el sistema de transporte. Lo que parece mantenerse oculto es la discusión, que desde hace mucho se olvido, a propósito del carácter privado de Transmilenio y del rentable negocio para el capital privado representa dicho sistema. Hoy a través de una fuerte campaña mediática e institucional ( y de mucho cuerpo policial) se ha vendido la imagen de Transmilenio como orgullo capitalino e icono del desarrollo. Pero lo que a punta de micrófono, pito y bolillo se ha venido vendiendo como bien público es en verdad un negocio privado del cual se benefician unos cuantos, y del cual la población no recibe ninguna retribución por sus excedentes. En 1999 por medio del acuerdo 04 se autorizó a la Administración Nacional constituir una sociedad anónima de carácter comercial con aportes de entidades públicas distritales. El papel de la empresa es planear, organizar y gestionar un sistema de transporte masivo. El gobierno impuso condiciones de entrada al negocio que exigían grandes capitales, condiciones que los inversionistas nacionales no podían cumplir sino asociándose con capital extranjero, como en efecto sucedió. La administración y el reparto de las utilidades del negocio se contrataron mediante fiducia con la firma Lloyds Trust. Se calcula que el costo total de la infraestructura (troncales, estaciones, patios y garajes), sumando las diferentes etapas que culminan en el año 2016, será de US$ 1.970 millones, de los cuales US$ 1.296 millones serán aportados por la nación y los restantes US$ 674 millones por el Distrito. La inversión de los concesionarios privados se calcula en US$ 974 millones, de los cuales US$ 900 millones corresponden a la compra de los 4.475 buses articulados que deben entrar en operación y los otros US$ 74 millones al costo de los equipos de recaudo. Según las proyecciones del Departamento de Planeación Nacional será tal la rentabilidad del negocio que "La relación beneficio/costo muestra cómo para un periodo de evaluación de 15 años los beneficios generados por Transmilenio serán prácticamente el doble de sus costos" (Departamento Nacional de Planeación, Sistema de Servicio Público Urbano de transporte Masivo de Pasajeros de Bogotá –Seguimiento-. Bogotá, D.C., 15 de noviembre de 2000). En pocas palabras, con los tributos de toda la sociedad se está montando un negocio para el usufructo de un puñado de empresas, es decir del "interés particular". Pero pese a toda la rentabilidad económica de Transmilenio, son constantes las alzas arbitrarias en las tarifas del servicio sin ninguna argumentación sólida por parte de la administración y directivas. Las lágrimas de cocodrilo, las amenazas de subir tarifas y las jornadas de supuesta resistencia civil, tienen un claro objetivo: Proteger el capital privado que es intocable y no debe asumir ningún tipo de sobrecostos, los sobrecostos los tiene que asumir la población. Este tipo de arbitrariedades ya tenían sus antecedentes cuando a los usuarios de energía en todo el país se le recargó los costos por la voladura de torres de energía por parte de la insurgencia. Actualmente en las autodenominadas zonas de rehabilitación ocurre una paradoja muy similar, la brutalidad de la guerra se incrementa, el paramilitarismo y los desplazados aumenta, al igual que los homicidios y los problemas de orden público; pero el gobierno sale a decir que en los últimos meses han disminuido la voladura de oleoductos, o sea los intereses del capital están siendo protegidos.